Durante mi juventud, incluso pasados los veinte años,
no sentía ningún avance en mi vida.
Pasaba todas las semanas saliendo de fiesta con mis amigos, jugando a videojuegos, viendo películas y series…
No seguía ningún tipo de dieta y no tenía ninguna rutina de sueño. Me iba a dormir a cualquier hora y me despertaba muy tarde.
Mi vida era un completo caos.
Esto se traducía en ansiedad social, lo que me provocaba angustia a la hora de conocer nuevas chicas.
Se convertía en un verdadero infierno para mí.
Hasta que un día descubrí el NoFap.
Me di cuenta de que todo lo que estaba haciendo era la consecuencia de estar desperdiciando mi energía, lo que me hacía sentir desmotivado y sin objetivos.
No tenía control sobre mi mente y no entendía que era adicto a lo que se conoce como PMO: